La ciudad silencia, nadie dice, la serenidad observa el ambiente, las calles desiertas, la brisa en calma, el mar se deja ver a lo lejos, alguien sale a su destino, a su trabajo, llega, trepidante con esa energía interior, charlas, anécdotas, se imagina que su vida va ha ser maravillosa, estupenda, el sueño se le va haciendo realidad, las cosas salen, es la calle, es la ciudad, el hombre es el carisma de esa sociedad, que en ocasiones parpadea a la vida, y no quiere ver, y no quiere decir, y las gentes salen, caminan, dispersas, en armonía, en solitario, en compañía, con amor, sin amor, defendiendo amor, en mentiras, en verdades, odios, rencores, filosofías, alegrías, gentes en una ciudad que limita la fantasía, la sensación, la motivación, la oda a lo que esta, a lo que sigue estando, a el pensar en esa personificación, de lo que fue, de lo que ha sido, de lo que será, la ciudad, libre, independiente, como esa bocanada de aire fresco, que es la estrofa, de lo atractivo, de lo divino...Feliz fin de semana amigos, que esa ciudad os inspire calma, melodía.
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