Mirada en fresa, sensibilidad a flor de piel, dos enamorados en el paseo de una mañana de un verano inesperado, es el paisaje de la belleza, de la pureza, de los verdaderos sentimientos, en merodeos sentimientos hacía esa divinidad del alma, que sonríe a la penumbra de una oscuridad que se quedó en el tintero de unos tiempos de un ayer, con sabor a miel, que no dejaron de ser, de entender, miradas en azul, cuando el mar reclama cielo inspirado en un sendero de otra debilidad, y las olas buscan un amor para bailar, para besar, para sentir, en el oleaje de los límites de la fantasía interior, cuando se buscan los motivos de miles de palabras en una, cuando se escucha la caracola en esa tranquilidad de un mar que inspira, en ese verano, dónde la brisa acaricia el rostro, dónde el atractivo de las cosas bonitas vuelve a ser, delirio de otra inspiración, entre la emoción, el abrazo, que llega a la protección de una dulzura quedada en los brazos de la ternura, que silencia, y dice tantas cosas con una sóla mirada, con una sola sonrisa...Feliz miércoles amigos, las miradas comprenden el destino de un sólo principio.
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