La muñeca de ojos alegres, que está vestida de azul el rosa quedó en las inmensidades de otros tiempos de una infancia de un sabor de amor, las inmensidades del caminar en el juego de la complicidad, dónde la niña juega a ser princesa, en un festival de disfraces del colegio, tiempos de mantequilla sobre el pan con azúcar, de pan con chocolate, de columpios en una tarde de un verano que llegaba, la muñeca de ojos alegres, venía conmigo abrazada yo a ella, como protección de una historia de ese caminar de lazos en el pelo, y vestidos de volantes, dónde la picardía estaba a años luz, de una inocencia prolongada...Feliz inicio de semana, el recuerdo en nuestra mente de esa muñeca, de ojos alegres y azules como el mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario