Ese mes de julio, en los tiempos de azúcar, mis dos amigas, nuestros paseos, nuestra edad, los doce, eramos esas niñas de los ochenta, con sus juegos, con las ilusiones propias de la infancia, de aquella movida de una juventud que alteraba las neuronas, recuerdo, esas vueltas por el pueblo, la llegada a la plaza, la subida hacía el casino, las eras, mi casa, mamà que nos preparaba la merienda, la casa de los abuelos, nuestras charlas, tomando la fresca, esas anécdotas, mi tía que salía de su casa y se juntaba en esas reuniones de tres chicas con la revolución de nuestras fantasías, ese mes de julio, de otro siglo, de otro pensar, de alguna sensación de otro color, de ese chico que nos gustaba, de los sueños, que algunos se hacían realidad, y otros quedaban en el camino, hoy, muchísimos años después, no sabemos ya nada de ninguna, vivimos una etapa renovada, atrás quedaron esos tiempos olvidados y recordados a un tiempo, estamos en otra edad, con otros rumbos, y sólo nos queda otro sabor, en un camino de otro recorrido...Feliz martes, amigos, los recuerdos de un ayer, son la madurez de un nuevo caminar.
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