El infinito, la mirada nítida, la sensación de ese día por delante, los encuentros con la inspiración, con la puerta que se abre, con la etapa que vuelve a ser, y se siente un escalofrío en la profundidad de un amor de verdad, que hace que la sonrisa ilumine el rostro, y regrese la felicidad a la vida, y es un brío en una ventana que se abre a la libertad, a esa bocanada de aire fresco, y el corazón late de una manera distinta, estupefacta, porque comienza a vivir, a ilusionar, y regresa el motivo a la nueva existencia, el infinito es una llanura en ese desierto, de otra arena, y el mar permanece en calma, escuchando a esa luna, a ese sol en el centro de un único horizonte, el mismo infinito de esos versos que comienzan su andadura de ese renacer de los únicos sentidos unidos a esa luz que ilumina, que sensibiliza...Feliz jueves, amigos, ese infinito puede ser la magia de un doble horizonte de suspiros.
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