Esa añoranza de un secreto, esa sensibilidad, esa forma de ver la vida, a través de observar, de decir, de sonreír, y de plasmar en ese diario como nos sentimos, y lo que esperamos, nos preguntamos en ese interior, que no es secreto, es un sueño realizado al vacío, espera de una dulzura, de una ternura que llegó en el firmamento de otra esencia, esa añoranza, de un secreto, de mi secreto, de mi interior, los minutos compartidos, los abrazos inolvidables, la huella, el encanto, el no saber, el no entender, un camino por la soledad, de una hipocresía, que no dejo ser, el sendero de una felicidad, los lugares, los amaneceres en otra alba, en la sencillez, de los únicos segundos, esa añoranza, esa vida vivida, lo juvenil de lo idolatrado, el frenesí de un día de fiesta, ese anhelo, el sueño que se hace realidad, la inquietud de la emoción, de lo que aparece, de lo que realmente vuelve a ese punto de partida, los diseños de un diseño, la cobardía que deja de ser, esos seres queridos que están en lo íntimo de la conciencia, y comienza un estribillo, y la vida sigue, y el orgullo queda en el olvido, y cuantos momentos por llegar, la luna sale, el sol se va, es sinceramente lo que nos hace latir y vivir el corazón, con la llegada de ese amor, de ese verdadero amor, que besa, que abraza, que siente...Feliz fin de semana, amigos, quedaros con los verdaderos sentimientos, los que añoran el alma.
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