Regresa el otoño, en otra etapa de nuestras vidas, en este caminar que nos hace recordar, que nos hace pensar en la positividad de los momentos, de las ilusiones, en ese nuevo paso de página, en la forma de una sonrisa, de una mirada, en el devenir de los sentidos, de los sentimientos, de las emociones, de lo que tiene que ser, de lo bueno que está por venir, por suceder, por acontecer, en una palabra, la vida, los pensamientos, esos nuevos pensamientos, recordando las ausencias, los motivos, los encuentros, esa puerta que se abre de nuevo, porque en la existencia todo son etapas, todo son frases para recordar, sentir la libertad, en una bocanada de aíre fresco, sentir que lo idóneo es lo emotivo de lo que verdaderamente importa, regresa el otoño, y soñamos despiertos, imaginamos, visualizamos, que lo es la finalidad de un destino, de nuestro destino, el que nos hacemos, el que nos sentimos, las hojas de ese calendario que se va sucediendo y añoramos esa ausencia, ese rostro que fue tan importante durante tantos años en mi vida, papá, cuanto le echo de menos, cuanto le he querido, por que me adoraba y yo a él, hará dos años que se fue, y sigue su esencia, y sigo con su nostalgia, pero ante todo me ha dejado esa esencia, en mi conciencia, y ese amor por la valentía de las cosas, de un nuevo día de otra nueva luz, es el otoño, es el caminar de esa mochila de ímpetu, de las cosas que importan...
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