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sábado, 26 de marzo de 2016

EN ESTE DÍA QUE SE VA...


En este día que se va, sábado de pasión, noche pascual, para mí ha sido un tranquilo día en calma, y en pensamientos tranquilos, a la vez que una nostalgia se ha apoderado de mí, hoy se ha ido Mariano, ese vecino de toda mi vida, en el pueblo, que vivía frente a mi casa, junto a su hermano primero, y después al fallecer, Pascual, se quedó, sólo, en la casa, Mariano, era un hombre bueno, mi recuerdo siempre es, en la puerta de mi casa, apoyado en la fachada, sonriendo y observando a los que bajaban y subían, hacia las eras, tenia una hermana que residía en la capital de España, Madrid, se llamaba Lorenza, y estaba casada allí, con sus tres, hijos, Miguel Angel, Olga y Javier, todos los veranos, o parte de esos veranos de mi infancia, llegaban a nuestro pueblo, y pasaban parte de las vacaciones de verano, Mariano paseaba con ellos, siento nostalgia al recordar todo esto, porque aquello formó parte de mi niñez, de mis tiempos de azúcar, recuerdo a Mariano, junto a papá, charlando allí en la acera, en muchas ocasiones rodeado de gatos, y otras veces, con la música en la ventana, sonrío cuando recuerdo, aquel verano con mi vecina Lourdes, en la calle bailando la música de la acordeón, Maria Jesús la de los pajaritos, cierro los ojos y nos vemos las dos, con nuestras carcajadas y Mariano en la ventana con su radio, observandonos y riendo también al ver como dábamos vueltas, cuando me paro a pensar en todo aquello, pienso en que rapido a pasado la vida, y va pasando la vida, en esos tiempos de azúcar de un ayer, Mariano permanecerá siempre en mi memoria, en mi retina, y ya descansa y sigue observando en el centro de esa divinidad, junto a sus seres queridos, y junto a papá, a mamá, a mis abuelos, y mirando hacia abajo como ángeles que son, y protegiéndonos cada día, en este día que se va, nos quedamos con el recuerdo, de una huella que permanece en la leyenda de de aquel atrás, convertido en alguna sonrisa...

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