EN AQUELLAS TARDES...

En aquellas tardes, de otro agosto, íbamos a ese maravilloso pueblo, de una playa indefinida y era un observar de idas y venidas, pero esa tarde iba a ser un tanto especial, me cope con esa mirada, de ese chico maravilloso, y fue ese flechazo, que llega alguna vez en la vida, tenia diecisiete años, y mi mente estaba en constante revolución, fue una charla sin final, quedamos para el día siguiente, y para el siguiente, y vivimos una historia de amor, muy bonita, muy idílica con grandes dosis de ternura y dulzura, recuerdo esos besos interminables a la luz de otra luna, y ese cielo claro y limpio, nuestros paseos, al borde de un mar sereno, fue ese amor de verano, que queda siempre en la retina, maravilloso, de aquellos tiempos de un dulce incorporado...