Dentro de un jardín al inicio de la primavera, mi vida
comenzaba a cambiar, tras un sinfín de lágrimas derramadas por mi tocado de
fondo, aquella mañana era la primera de mi nueva existencia, me sentía llena de
energía y de fuerza a la vez que un optimismo invadía mi cabeza, mis ilusiones
se iban haciendo realidad, comenzaba a conocer a nuevas amistades, positivas,
que me transmitían dulzura, felicidad plena y no eran de esos que me regalaban
los oídos para que yo quedase satisfecha, eran naturales, de verdad, y me
hacían ver y comprender que yo podía llegar a dónde me lo propusiera y así fue,
decidí que lo podía intentar porque mi destino solamente lo podía cambiar yo a
mi sólo antojo, y así lo hice tenía que coger ese toro por los cuernos , para
saber lo que realmente quería, primeramente luchar por mi salud, que unos meses
atrás estaba muy oxidada, me apunté a un gimnasio y por cada día que se sucedía ganaba más y más, me sentía una persona sumamente independiente, también me
quedaba un deuda pendiente por realizar y intuía que pronto lo lograría, sólo
imaginaba positividad olvidando lo que me suponía un verdadero problema, así
dentro de un jardín, de mi propio jardín, era hora de ser yo y que ese sol y
esa luz volvieran nuevamente a brillar…
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