Birmania,
era un sueño que un día como por arte de magia se realizó en mi vida, llevaba
años deseando partir, quería no ser conocida por aquellos enemigos que sólo me
tenían envidia me da igual, ahora estoy
allí en Birmania con mi amor, Pascal, mi trabajo de escritora y mi nuevo
apartamento, soy una mujer nueva, realizada, que sabe los pasos que tiene que
dar, tras esos años de lágrimas, impotencia y sueños rotos, porque todos
cometemos errores, y la vida son pérdidas y ganancias, les quiero escribir esta
carta sobre Birmania, porque quiero que comprendan que es necesario pasar esa
página, subir esa escalera, sonreír, decir basta ante los miedos de una mente,
yo hago lo que quiero hacer en cada momento, una de las noches de este verano,
paseaba por la orilla del mar, observaba los barcos allí frente a mí, y
pensaba, ellos son libres, saben ir venir, volver, tornar, sin miedo a las olas
que les miran con extrañeza y quizás desmotivo, pero ellos van a su ritmo, como
yo en Birmania, mi mundo son los escritos, ese grupo de teatro, la forma de reinventarme cada día, cada momento, cada
segundo con la positividad invadiendo mi capacidad mental, sufrí muchísimo en
el pasado, y escribí en mi diario que nunca miraría hacia atrás, y así lo hago
cada momento de mi existencia, no quiero pensar en aquellos que no aportaron
nada en mi vida, esos vacios, mediocres, sin metas, reprimidos, absurdos sin
nada más que hacer que criticar, y
tontear con los demás y con su propia vida, recuerdo a Carmen Ordoñez, una
guapa mujer que lo tuvo todo y no supo sacar partido, porque las drogas y el
alcohol, le hacían que nunca fuera ella, si hubiese sido una mujer luchadora,
emprendedora, tal vez empresaria de éxito, el mundo hubiese estado a los pies,
no supo aprovechar esa belleza y ese encanto que Dios le dio, ya sabemos que
cada uno elige su destino como quiere y hay diferentes caminos malos y buenos,
si uno quiere elegir el malo allá él… lo importante es que en Birmania encontré
mi sitio, junto a Pascal, mi vida en la escritura, mis inquietudes y ahora mi
felicidad más completa, el hijo que voy a tener en unos meses, me siento
fenomenal, gracias a Birmania en Birmania…
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