Gracias por este nuevo día, de un invierno que está siendo
diferente, entre lágrima y una luz por el horizonte, estamos a finales de
febrero, y ya podemos divisar a la primavera que se acerca con otro talante,
con un nuevo anhelo, papá se va recuperando de su cadera tras casi dos meses de
estancia en los hospitales, ya tiene ganas de salir, de caminar, de olvidarse
de los difíciles momentos vividos, Gracias a ese Dios al Ángel de la Guarda por
estar allí protegiéndonos y pensando que todo va sucediendo, me quiero quedar
con los buenos momentos que vamos viviendo y que dentro de nada será una
pesadilla y una página que volveremos a dar la vuelta y a ver ese vaso medio
lleno y ver que lo bueno siempre está por llegar y aparecer, Gracias por tener
mi mente tranquila y en paz gracias a la meditación que practico cada mañana al
despertar, que hace que se olviden mis pesimismos y me recrea de energía
positiva como tiene que ser, Gracias por este domingo veintitrés de un febrero,
soleado, mágico, con ganas de que el mundo cambiará para bien… gracias…

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