Querida y
Adorada Mamá, esta carta dedicada te escribo con motivo de los años que hace de
tu partida a la divinidad, ya son veintinueve años desde que te fuiste, me
quedé sin ti siendo una adolescente y en todos estos años me he dado cuenta de
las personas que realmente me han querido y las que han demostrado dos caras,
pero yo a pesar de todo les deseo a todos los mejor, que rectifiquen y aprendan
de sus errores es necesario que sepamos perdonar a los que nos rodean, ya ves
cómo está el mundo echo un verdadero caos, parece que hasta ahora hemos vivido
en castillos de arena, que en estos momentos se están derrumbando sin cesar,
nos sentimos impotentes porque verdaderamente no sabemos cómo actuar, porque
muchas personas están en un situación de verdadera alarma, yo me levanto cada
día y me pregunto cómo hemos llegado a esta desagradable situación, pero a
pesar de las visicitudes quiero ser optimista y pensar que esto pasará, en
épocas pasadas incluso cuando terminó la guerra se pasó mucha hambre y
necesidad, lo único de nuestro tiempos, es que todo el mundo tenía de todo, no
les faltaba de nada, trabajaban, hacían sus vidas y como un rayo, como un golpe
del destino, las personas comenzaron a perder sus empleos, y la situación se ha
puesto verdaderamente difícil, por lo tanto con perseverancia y humildad
debemos de afrontar y luchar cada día para que se vaya viendo esa luz por el
horizonte, en cuanto a mí, Querida Mamá, en este año que está a punto de
terminar me han ocurrido acontecimientos que no esperaba, en junio se estrenó,
mi obra de teatro para el grupo de Alcalá y todo fueron felicitaciones y me
convertí en el centro de aquella inolvidable tarde, hasta ahora nadie me conocía
y ahora han comprobado mi faceta que todos desconocían, para mí esto a sido
como una inyección de energía, y de ilusión, porque ver personajes que tú has
creado sobre un escenario es imposible de explicar lo que se siente, me hace
sentir bien, también lucho por mi salud y bienestar, y asisto a sesiones de
rehabilitación para las piernas, ya voy encontrándome mejor, pienso que a pesar
de los problemas y negatividades es necesario ver el punto positivo y pensar
que lo bueno llegara un día y nuestro destino nos lo hacemos nosotros con
nuestra constancia, Querida Mamá, eres mi Ángel de la Guarda que siempre está
allí en mi interior protegiéndome y velando por mí, un beso y un recuerdo
eterno a tu cielo particular, tu hija, que te quiere con el corazón y toda el
alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario