Querida tía
Josefa, hace años que volaste de camino al cielo, tu cielo particular, han
pasado quince años, y te recuerdo día a día, como si fuese ayer, el momento que
estuve a tu lado, siempre con esa sonrisa de agradecimiento, cada vez que iba a
visitarte, fuiste mi segunda madre en los años de mi infancia, y ese paño de
lagrimas, que hacías que pensase en voz alta, recuerdo aquellas horas de los
veranos, los inviernos, las primaveras y los otoños, con nuestras charlas de
tus anécdotas y mi forma de ver la vida,
en aquellos años, Mary estaba a tu lado,
escuchando o tomando parte de esa conversaciones, hoy se que descansa a tu
lado, junto a tío Ignacio, por aquí, el mundo está suavemente revuelto, llenísimo de crisis, de
ilegalidades y de impotencias, se que como todos los malos momentos, esto se
sucederá, y tras las tormentas, volverá la calma, yo tengo mis momentos de
incertidumbre de mal humor,, pero necesito tomar impulso de las riendas de mi
vida y ser optimista, pensando y visualizando que tu eres mi ángel de la guarda
y siempre estas a mi lado, un beso y mil recuerdos.
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