Se llamaba Luis, era un gato en blanco y negro, muy guapo con esa mirada felina que atrapa, que ruboriza, se había escapado de casa, y deambulando llegó hasta esa capital de otro cielo azul, Madrid, Luis observaba esa Gran Vía, esa Puerta del Sol, era uno más entre la gente, no maullaba, solo sonreía, a su manera en su forma, se paraba para ver esos grandes almacenes, y veía su silueta en aquellos espejos, y daba un salto y seguía su camino, Luis era un felino muy observador, tenia un atractivo especial, pasó por aquel teatro Lara y entró y allí en un rincón ajeno a la gente que estaban sentados en sus butacas, veía esa obra de teatro y no lo pensó, subió al escenario y de alguna forma actuó con esos paseos por el escenario, sintió los aplausos, sintió de alguna manera ese pequeño triunfo, bajo las escaleras al termino y prosiguió su paseo por Madrid, esa capital que de alguna manera ya era suya...Feliz día de domingo amigos la imaginación es el duende de otra felicidad.
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