Aquella recordada Tía Sara, hoy
siete de agosto, hubiese cumplido los noventa y dos, y si su vida hubiese
transcurrido de otra manera, probablemente estaría entre nosotros, pero el
destino quiso que los caminos fueran muy diferentes, siempre la recordare como
una señora elegante, distinguida con su saber estar y gozando de unas amistades
excelentes, pasaba temporadas al lado de su hijo en la ciudad, y en los veranos
solía venir al pueblo, donde se daba sus paseos, en compañía de buenas amigas y
familia, tenía una sonrisa y una palabra agradable, los siete de agosto, la
íbamos a felicitar y ella se sentía sumamente contenta, tenía a su lado a su
hijo, nuera y nietos, nos obsequiaba con unas exquisitas galletas y dulces,
algún que otro verano, pasaba temporadas en la playa junto a un hermano, y su
vida transcurría de una forma discreta y tranquila, la recuerdo cada momento de
mi vida, y siempre pienso en aquella triste mirada la última vez que la pude
ver con vida, quiero pensar que en el sitio dónde se encuentra estará feliz, en
compañía de los seres queridos que están a su lado, recordada tía Sara, una
admirable mujer y una gran persona, Felicidades en su día al mundo celestial,
aquí la seguiremos recordando eternamente…
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