Donde la luna, llegando a la
profundidad de los sentidos incorporados, paseando por la orilla de una playa a
pleno mes de agosto, imaginando, visualizando mi vida con él, esa persona que a
los veinte me dijo te quiero, y yo le abracé, le bese, durante un inmenso largo
rato, unas horas después, me fui, huí, aun queriéndole, amándole, decidí
continuar en soledad, con mi soledad, con mis pensamientos, mis sentimientos,
dónde la luna desde su mundo observaba mi error, y me gritaba porque renunciar
al amor de mis sueños, viviendo una vida vacía volviendo mi cabeza hacia la
superficialidad, en un abismo, con máscara, conocí, me dijeron, siempre negaba
esa voz de la conciencia me decía, escuchaba un susurro, y yo por las calles
solitarias mirando esa luna, que me miraba fijamente, así se fueron sucediendo
los años, pasaban mis días con la ausencia de esos besos interminables llenos
de dulzura, emoción y ternura, aquellos abrazos con sabor a una gran pasión en
el interior, y el sol también me miraba, y yo víctima de mil nostalgias lloraba
sin saber porque, reía por reír, llena de preguntas que sólo yo tenía la
respuesta, hoy en medio de un verano, quisiera que todo me volviera a llenar
que mi ilusión fuese completa, la luna me dice que tome impulso, que reaccione,
que le busque, que le diga con mi respuesta, te quiero, lo siento tuve miedo,
sin saber porque tuve ese miedo, y quede paralizada durante años y años de
soledad, me gustaría volver a empezar y que mi querida luna se sintiera
orgullosa de mi, donde la luna guarda el secreto de un amor de verdad, como la
llama que nunca se apagó, y quedará la melodía, volviendo a llegar al corazón
la ternura, la dulzura, la paz, y que la palabra amor, volviera a reinar en
nuestros corazones, donde la luna encuentra su sentido…
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