Domingo, un domingo más de
verano, en el mes de septiembre prácticamente recién comenzado, es un día
tranquilo dónde la gente va paseando por las calles, por los parques y algunos
suelen ir al fútbol, porque siempre se canta que los domingos por la tarde voy al fútbol, como suele ser la
tradición, echamos la vista atrás y vemos como se van sucediendo los meses y
antes de que nos demos cuenta será un año más y el dos mil trece, cuantos
recuerdos de aquella vecina y amiga que me solía decir que parecía mentira y ya
estábamos en el año dos mil, hemos vivido tantísimas experiencias buenas, no
tan buenas de lágrimas y alegrías, de pérdidas y encuentros, y yo solamente le
pido un deseo a ese Ángel de la Guarda y a ese destino para que me vuelva a
poner en el camino a esa persona maravillosa a quien tanto quiero, y siento que
voy perdiendo el tiempo, sin saber que hacer, ya lo sé que todo es más fácil
que todo esto, una llamada, y las cosas se arreglarían entre nosotros, pero es
imposible porque no es un hombre libre, que yo sepa, y tengo que dialogar con
él, cara a cara, frente a frente, y decirle que han tenido que pasar
veinticinco años, para darme cuenta que es lo mejor que me ha pasado en la
vida, quizá sea demasiado tarde para decirlo, pero es lo primero que tengo que
decir, porque es un error solamente mio, he tenido que dejar de pasar mi propia
felicidad para darme cuenta, de que sólo le tengo a él, además de mi padre,
pero ante otra clase de querer, por lo tanto en este domingo tranquilo, de este
mes cercano al otoño, pido a la suerte, al as de oros y a la casualidad sin ser
casualidad que nos ponga en el mismo camino para que los dos podamos ser
felices juntos, porque parece que lo que nos ocurre es un capricho de este
destino, porque nos vemos cerca y lejos, a través de, ya que sin ir más lejos
ni tan siquiera hace una semana que le vi en mi misma calle entrar en una casa
de al lado por su trabajo, ya no le vi salir, en fin dejamos las cosas como
están y esperemos que cambien y nos devuelva la palabra y la sonrisa en este
año dos mil doce, tan sumamente especial a pesar de la crisis…
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